EL COLOR DE LA LUNA

-¿De qué color es la tristeza? Preguntó la estrella al cerezo.
- Es del color que toma el mar al acostarse el sol en su regazo. Un color azul oscuro, salvaje.
-¿De qué color son los sueños?
-Los sueños son del color del crepúsculo.
-¿De qué color es la alegría?
-Del color del mediodía, mi pequeña estrella.
-¿Y la soledad?
-La soledad es de color violeta.
-¿Y el cariño? Olvidaba preguntarte de qué color es el cariño.
-Del color de los ojos de Dios. Respondió el árbol.
-¿De qué color es el amor?
-Del color de la luna cuando hay luna llena.

ALKYONI PAPADAKI

martes, 26 de marzo de 2013

HASTA SIEMPRE


Alphonse de Lamartine escribió una vez que a menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd. Y que ciertas son estas palabras… Hoy lo veo cada día en el rostro de mi abuelo.

Este sábado, sin apenas avisar, la muerte se llevó a una de las personas más importes de mi vida y todavía no he encontrado la manera de poder decirle adiós. Son tantos los recuerdos, los consejos y enseñanzas, es tanto el cariño y el amor que me ha dado…

Yaya, lo único que sé es que nunca te olvidaré, siempre recordaré esa sonrisa llena de bondad que le regalabas a todo el mundo, tus manos, tu olor, tus ojos, tu voz…

-Pórtate como un hombre hijo -siempre me decías y créeme, lo intento, pero cuando me quedo solo no puedo evitar llorarte, no quiero.

Yaya, todo irá bien, ¿verdad? Yo te prometo que aquí seguiremos todos unidos, como hasta ahora. Seguiremos celebrando esa comida del verano que tanto te gustaba hacer y cuidaremos mucho de yayi, pero por favor, tú cuida también de nosotros, estés donde estés, te necesitamos tanto...

¿Sabes una cosa? El domingo vino mucha gente a despedirte, todo el mundo te quería.
    
Yaya lloro cada noche desde que te fuiste, mucho, pero de alguna forma sé que pronto sonreiré cuando te recuerde y eso será muy hermoso. Siempre, pase lo que pase te tendré a mí lado, muy dentro, muy hondo.

¿Y ahora? ¿Cómo hago yo para agradecerte todo lo que me has dado? Seguiré el camino, claro, seguiré tus pasos y sé que algún día volveremos a encontrarnos. Estaremos todos juntos otra vez como tanto te gustaba vernos y volveremos a reír, y cada festejo será eterno.

Yaya, espéranos.  

Esta noche, igual que ayer, a la sombra de una lágrima dormiré como un bebé, pero quiero que sepas algo, te quiero.   

miércoles, 6 de marzo de 2013

CONTACTO

A veces tengo la impresión de que hay demasiado asfalto bajo mis pies. Quizás esta noche me acuerde de respirar, tal vez salga a pasear por el cielo...