Paso a paso, uno aprende, que lo mejor de llegar hasta la cumbre es el camino que recorres.
Al final, llegar a la meta, solo es un premio, y cuando has coronado la montaña y has terminado de saborear el triunfo, toca desandar los pasos para poder volver a casa; eso, o fijar la vista en cumbres más altas y emprender un nuevo camino.
Y así es como todo vuelve a empezar, y así, de nuevo, todo vuelve a ser hermoso.
EL COLOR DE LA LUNA
-¿De qué color es la tristeza? Preguntó la estrella al cerezo.
- Es del color que toma el mar al acostarse el sol en su regazo. Un color azul oscuro, salvaje.
-¿De qué color son los sueños?
-Los sueños son del color del crepúsculo.
-¿De qué color es la alegría?
-Del color del mediodía, mi pequeña estrella.
-¿Y la soledad?
-La soledad es de color violeta.
-¿Y el cariño? Olvidaba preguntarte de qué color es el cariño.
-Del color de los ojos de Dios. Respondió el árbol.
-¿De qué color es el amor?
-Del color de la luna cuando hay luna llena.
ALKYONI PAPADAKI
- Es del color que toma el mar al acostarse el sol en su regazo. Un color azul oscuro, salvaje.
-¿De qué color son los sueños?
-Los sueños son del color del crepúsculo.
-¿De qué color es la alegría?
-Del color del mediodía, mi pequeña estrella.
-¿Y la soledad?
-La soledad es de color violeta.
-¿Y el cariño? Olvidaba preguntarte de qué color es el cariño.
-Del color de los ojos de Dios. Respondió el árbol.
-¿De qué color es el amor?
-Del color de la luna cuando hay luna llena.
ALKYONI PAPADAKI
lunes, 10 de marzo de 2014
jueves, 6 de marzo de 2014
LA DEMENCIA DEL SINDORMIDO
Guardo, entre los pliegues de mi pijama, un insomnio
caprichoso que quiere morir de sed y así matarme de asfixia.
Le crío, y de buen
ver, en custodia compartida, con mi almohada y un techo tupido a mordiscos y
pensamientos que lucen ropas blancas y oscuras.
¡Le odio! Pero le guardo al menos, y cada noche, me siento
junto a él a contemplar como poco a poco me consume y me deja en nada.
¡Necio! No sabe que el día en que me agote para siempre, él,
también desaparecerá conmigo.
Pero le quiero… forma parte de mí, y al fin y al cabo, es
por él por quien paso las noches en vela…
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