“Un portarretratos vacío, un cochecito de latón, tres canicas verdes, un pañuelo rosa de seda…
¡Vaya! ¿Y esto qué es?
Madre mía, nunca imaginé que pudieras guardar tantas cosas en este baúl. ¿Estás seguro de que te sirven todas? Trajiste un montón de maletas, y todavía faltan por subir los cuadros, las bolsas de viaje, la tele y un centenar de cajas…
¡Oye! La verdad es que tu nueva casa está genial eh. Bueno, el edificio es un poco viejo pero... ¡tiene unas vistas estupendas!
Si, tienes razón, ¡la cosa pinta muy bien!
Macho, no me puedo creer que todavía conserves este perchero. ¡Pero si es feísimo! ¿Cómo? ¿Qué a ti te encanta? Ya está, definitivamente, ¡estás como una cabra!
¡¡Guau!! Mira esta fotografía, la verdad, ya ni me acordaba… ¿Cuánto hace ya de esto? ¿Tanto? ¿Y qué fue de…”
mmm… Vaya, perdón, estaba algo traspuesto. Me has pillado echando un sueñecito…
¿Qué tal estás? La verdad es que hacía mucho que no nos veíamos. Pero pasa por favor, ya sabes, ¡estás en tu casa!
Voy a prepararte algo. ¿Qué tal un té? ¿Te apetece? Tengo unas pastitas que están estupendas, anda, siéntate, tenemos mucho de que hablar...
4 comentarios:
Sonrío cada vez que veo que has escrito algo. :)
Por cierto, el té con leche, por favor ;)
Eso está hecho ;)
Me hacía falta, por favor mi té con limón y unas briznas de canela.
Y vamos, tenemos mucho de que hablar...
;) me encanta que te hayas "despertado" perezosooooooooooooooo
Un beso!;)
jajaja!
ya me acomodé! y no estaría mal un café con leche helado!
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